Efectos de la huelga

Ayer me encontré en mi aula a la profe de religión tratando de adueñársela para poner una peli en la tele. Estamos hablando del aula gigante en que doy los desdobles de 2º. Pensaba que estaba recogiendo porque acaba de dar clase pero no, quería quedarse allí. Bueno, si a mí me lo dice con tiempo, buscamos otra aula, alguna vez cuando quiera poner una peli, pero así, por toda la jeta... no, no, no. Pero, claro, si cuela, cuela.

Me enteré cuando volvía de comprarme unas rosquilletas del bar (lo linkeo porque no hace mucho descubrí que no son tan conocidas como pensaba) de que los alumnos "mayores", i. e. 4º y los bachilleres, harían huelga para protestar contra el asesinato en el metro de Madrid de aquel antifascista. Los alumnos de 4º opción A me dicen que los que no tengan exámenes no vendrán. Al final he tenido a 2 alumnas y les he dejado jugar al ahorcado con una soga en la pizarra. En bachillerato han faltado unos 7 u 8; clase normal.

A última tenía un 3º (también desdoble o grupo flexible, como sea que lo llamen) en el que tengo a dos elementos de cuidado. Uno es enorme, pero es tan grande como tonto; el otro es malo, malvado. Es un chulo prepotente de boquilla. Hoy ha estado insoportable pero yo también y lo he machacado un poco para ver cómo responde. Por suerte, veo que no es para tanto, pero cómo el maldito es listo enseguida entiende lo que explico y se dedica a dar por culo a todos los demás.

Hoy lo he echado de clase por casi-escupir a una compañera. No llegó a escupir, se limitó a llegar al límite máximo para molestarla. Lo dejé fuera de clase pero con la mochila dentro, para que tuviera que esperar al timbre para entrar y recoger y salir el último. Luego hablé con él para hacerle ver que no puede seguir así. Con el alumno gigante, un grito a tiempo lo puso firme y se pasó la clase atendiendo, en la medida de lo posible.