Consideraciones intempestivas

Estoy el departamento del insti, aburrido como una ostra matemática. Yo me solidarizo con Julio porque también tengo un huecarro de tres horas más recreo que me destruye prácticamente. Me acabo de de zampar un bocadillo y he estado jugando al baloncesto con la bola de papel de plata y la papelera. He encestado a la última (quinto intento). Me queda el bachillerato nocturno dentro de 45 minutos exactamente. Hoy, si no me equivoco, irán 4 o 5 alumnos de los casi 10 que tengo matriculados. No les culpo, tienen trabajos y vienen cansados. Otras veces ni siquiera pueden compatibilizar los horarios. Al final se me ha olvidado llamar al sustituyendo; a ver si me entero para cuanto tiempo es esto. Las veces anteriores que intenté conctactar con él no me cogió el teléfono. Pero basta de quejas.

Ahora que hace un poco más de frío el que haya tanto metal en el instituto no mola nada. Las escaleras, que están como en el exterior (de alguna manera) pero recubiertas de cristal y metal están super-frías. Y ahora que me fijo bien, en el departamento no hay calefacción, sino una cutre estufa eléctrica digna de salir en Cuéntame. Por otro lado, le pongo nombre al instituto: IES Adulto.