miércoles, 29 de marzo de 2006

Claustro sorpresa

En mi instituto todo es un puto descontrol. Hoy, después del primer recreo, en una reunión de tutores me he enterado de rebote que esta tarde había claustro de profesores. Es decir, todos los profesores estaban citados. Yo soy despistado pero ¿tanto como para no enterarme de algo así? Miré en el casillero: nada. Más de 10 profesores no sabían nada de esta reunión. En el segundo recreo encontré un papel que estaba pinchado entre mil más en el que decía algo del claustro. Así que me ha tocado quedarme a comer.

Estoy dándome cuenta de que nadie aguanta a la profesora racista (en adelante PR). Parece que manipula a los alumnos a un nivel bastante preocupante. También lo intenta con algunos profesores pero con mucha más cautela. He oido que se jubila este año, así que quizás ya se caga totalmente en el tema de dar clase. Por lo visto se escaquea de las guardias y miente más que habla....

Me he dado cuenta de que parte del ambiente apocalíptico de este instituto se percibe por el sentido del olfato. El instituto entero huele a barbacoa. Pero no es ese olor agradable de carne torrada que se disfruta con la cervecita, no no no. Es ese olor que se queda en la ropa cuando has vuelto a casa después de hacer la barbacoa; te hueles y dices: «¡Mierda! Estoy ahumado». Dan ganas de ducharse.

(Yo y un alumno dando clase)

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