Opos 1er día
Llego a Murcia, allí Zoya me estaba esperando. Nos tenemos que alojar en el piso de una amiga de una amiga. Es el tercer piso más cutre que he visto en mi vida y el segundo más cutre en el que tengo que pasar la noche. Estoy totalmente reventado y me duele la cabeza. Además Murcia se caracteriza por tener un clima fresquito.... ¡diossss qué calor! Tras una breve compra en el Mercadona más cercano nos vamos al sobre.
El viernes tenemos el examen teórico, no el práctico como me pensaba, a las 17:30. Por la mañana no hay muchas ganas de estudiar y además hace un calor extremo. El piso es como un wok: recoge el calor y lo reparte por todas las habitaciones. Por lo menos había aire acondicionado; habrá que ver la factura je je je. Sobre las 12 hacemos una avanzadilla para familiarizarnos con el sitio. El examen es en el campus de Espinardo de la Universidad de Murcia. Es una pasada de campus. Tiene una pequeña circunvalación de dos carriles por cada sentido rodeándola. En concreto es en el Aulario General, dentro del aulario está la facultad de mates. Se agradece que el examen sea allí porque nos pondrán el aire. Todo parece correcto, localizamos los baños (es algo importante) y volvemos al agujero a comer.
Unos macarrones con tomate nos darán las fuerzas necesarias para estar dos horas dándole al bolígrafo. El examen teórico consiste en escribir un tema de los dos que se eligen por sorteo (generalmente con las bolitas del bingo que todos tenemos en casa) de 71 temas. Yo apenas he estudiado 30, pero de casi todos puedo escribir algo.
Llegamos muy pronto y nos vamos a la cafetería de veterinaria. Allí me tomo lo que necesito: un buen café cargadito. El tiempo pasa muy lento y además en el salón de actos toda la peña se ha reunido para ver el partido de España-Arabia. En la puerta había un cartel que decía: Atención no chillar. Hay exámenes. Volvemos al aulario y allí los de los sindicatos de profesores se venden: te dan bolis, panfletos y abanicos de cartón. Cada vez hay más gente y hay un ruido bastante considerable. En un momento dado se va haciendo el silencio y los profes que forman los tribunales van llamando a los aspirantes. Este es el momento en que me pongo nervioso porque me imagino siempre que mi nombre no está o que me saltan o yo qué sé. Me llaman y me siento en la primera fila.
Los temas que salieron fueron el 51 y el 67: uno de espacios afines y rectas y planos y el otro algo de estadística. Como la estadística no me gusta pues hice el primero. Lo había estudiado hace ya mucho tiempo pero consigo improvisar un esquema y seguirlo. Salgo bastante contento. Fuera veo a Zoya, a la que tampoco le ha ido mal. Decidimos huir rápidamente para cenar y descansar porque el sábado a las 9 son los problemas; la parte más jodida.
Yo estaba bastante animado y activo porque, en el fondo, me gusta hacer exámenes de matemáticas (así soy de raro, ¿qué pasa?) y en este me había defendido bastante bien. De camino al coche veo a una chica en el asiento del acompañante de un coche llorando a lágrima viva. Me imagino que se habrá estudiado todos los temas menos los que las bolas han decido que salgan. Bufff, qué putada.
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