Claustro sorpresa
En mi instituto todo es un puto descontrol. Hoy, después del primer recreo, en una reunión de tutores me he enterado de rebote que esta tarde había claustro de profesores. Es decir, todos los profesores estaban citados. Yo soy despistado pero ¿tanto como para no enterarme de algo así? Miré en el casillero: nada. Más de 10 profesores no sabían nada de esta reunión. En el segundo recreo encontré un papel que estaba pinchado entre mil más en el que decía algo del claustro. Así que me ha tocado quedarme a comer. Estoy dándome cuenta de que nadie aguanta a la profesora racista (en adelante PR). Parece que manipula a los alumnos a un nivel bastante preocupante. También lo intenta con algunos profesores pero con mucha más cautela. He oido que se jubila este año, así que quizás ya se caga totalmente en el tema de dar clase. Por lo visto se escaquea de las guardias y miente más que habla.... Me he dado cuenta de que parte del ambiente apocalíptico de este instituto se percibe por el sentido del olfato. El instituto entero huele a barbacoa. Pero no es ese olor agradable de carne torrada que se disfruta con la cervecita, no no no. Es ese olor que se queda en la ropa cuando has vuelto a casa después de hacer la barbacoa; te hueles y dices: «¡Mierda! Estoy ahumado». Dan ganas de ducharse. (Yo y un alumno dando clase)
El jueves ya empezó mal porque fui a una reunión del departamento que fue una puta mierda. No se trató de nada interesante y los temas derivaban a cotilleos sobre alumnos que no conozco. La reunión no fue en el departamento sino en el bar. Después tuve dos clases seguidas, una de ellas tutoría, que la odio a muerte. Acabé tan estresado que al acabarla me fui a dar la otra clase que me quedaba sin darme cuenta de que estábamos en el recreo. Después de esa clase, que resultó un tanto caótica porque me dejé el cerebro en la sala de profes, tenía una guardia a última hora. Todos se fueron a comer porque luego había evaluación y yo me quedé como un capullo. Además no pude escaparme antes de tiempo porque un compañero estuvo comentándome la programación de una de las asignaturas que tengo y me interesaba mucho atender. Así que tenía menos de tres cuartos de hora para encontrar un sitio para comer y comer propiamente. Eso contando con que me atendieran rapídisimamente.









