Elemento volátil
Como escribí, el jueves Elemento no se presentó al examen (que ya estaba fuera de fecha porque estuvo enfermo —y aportó el debido justificante médico—). Pero yo sospechaba que había preferido ir a Valencia a ver la mascletà.
El viernes, al poco de llegar un compañero me dice que Elemento me estaba buscando. Como siempre, su estrategia de hacerse notar porque el viernes no tengo clase con él. Sin embargo, en el recreo no aparece. Miro en la libreta en la que se anotan las salidas de los alumnos (generalmente por enfermedad; y además deben venir a buscarlos; no pueden abandonar el centro solos) y no hay nada escrito.
Hoy tenía clase con él a primera hora y lo primero que dice al entrar es que quiere hacer el examen.
—Justificante, por favor. Y lo harás mañana.
—No tengo. Es que me puse malo y me fui a penúltima hora a casa.
Pero si no está anotado en la libreta, ¿cómo pudo salir? Evidente: saltando la valla. Sigo el interrogatorio.
—¿Vinieron a por ti?
—No, es que mi abuela vive en [dos pueblos más allá] y tendría que venir en autobús y no le iba a hacer eso.
—Solo no puedes salir.
—Pero estaba malo y no me iba a quedar aquí. Pues me fui.
—Entonces no te puedo hacer el examen.
Al verse desarmado recurre a lo siguiente:
—Pero te traje la justificación de que estaba enfermo para que me repitieras el examen.
—Claro, y te lo puse el jueves. Ahora justifícame el jueves.
En fin, mucha cara es lo que veo.
Por la tarde no viene la maquilladora y cuando ya me vuelvo a casa la veo en el banco enfrente del instituto. Será tonta. No viene a mi clase ni a la de después que está impartiéndose en ese mismo momento pero se queda frente al istituto. Paso cerca de ella para que que sepa que la he visto y luego me encuentro con la jefa de estudios. Le doy parte y mañana se lo comentamos a la tutora.
El viernes, al poco de llegar un compañero me dice que Elemento me estaba buscando. Como siempre, su estrategia de hacerse notar porque el viernes no tengo clase con él. Sin embargo, en el recreo no aparece. Miro en la libreta en la que se anotan las salidas de los alumnos (generalmente por enfermedad; y además deben venir a buscarlos; no pueden abandonar el centro solos) y no hay nada escrito.
Hoy tenía clase con él a primera hora y lo primero que dice al entrar es que quiere hacer el examen.
—Justificante, por favor. Y lo harás mañana.
—No tengo. Es que me puse malo y me fui a penúltima hora a casa.
Pero si no está anotado en la libreta, ¿cómo pudo salir? Evidente: saltando la valla. Sigo el interrogatorio.
—¿Vinieron a por ti?
—No, es que mi abuela vive en [dos pueblos más allá] y tendría que venir en autobús y no le iba a hacer eso.
—Solo no puedes salir.
—Pero estaba malo y no me iba a quedar aquí. Pues me fui.
—Entonces no te puedo hacer el examen.
Al verse desarmado recurre a lo siguiente:
—Pero te traje la justificación de que estaba enfermo para que me repitieras el examen.
—Claro, y te lo puse el jueves. Ahora justifícame el jueves.
En fin, mucha cara es lo que veo.
Por la tarde no viene la maquilladora y cuando ya me vuelvo a casa la veo en el banco enfrente del instituto. Será tonta. No viene a mi clase ni a la de después que está impartiéndose en ese mismo momento pero se queda frente al istituto. Paso cerca de ella para que que sepa que la he visto y luego me encuentro con la jefa de estudios. Le doy parte y mañana se lo comentamos a la tutora.
4 comentarios:
Son siempre así o es solo porque es la última semana de clase tras las vacaciones??en tu instituto no está el método ese de cuando el niño falta se le avisa al padre por un sms.. estaría bien.. aunque hay algunas veces no sirve para nada..y que los padres son peores que los propios hijos.Por lo que te leo de la maquilladora se ve y se deduce que tiene pocas luces..ya que haces pellas niña vete más lejos para que no te vean los profesores, es que ni para hacer pellas piensan estos niños de hoy en día...
Saludillos.
Laura.
Pd:Por cierto soy entrecomillaycomilla..
Sí, Laura, sí. El cerebro no les da para más: se fugan y se quedan en la puerta del instituto. ¡Qué fuerte!
Son siempre así.
Deberían instalarlo. Es verdad que hay padres que cuando los ves, entonces entiendes por qué el hijo/a es como es pero muchos otros se implican y están encima de los chavales.
En los institutos que llevan tamagotchis se puede ver la asistencia por internet y los alumnos están tan controladitos, verbigracia el de Amelche.
Siempre que me pasa un caso de estos hablo con el tutor correspondiente antes de llamar a casa. No me importa llamar, pero antes prefiero haber hablado con el tutor, de hecho, me parece incluso lo normal porque los tutores ya van agobiados y si están informados... Te puedes imaginar que con los alumnos malos las llamadas pueden ser continuas. Al tutor del Elemento ya le da hasta vergüenza (ajena).
Y secundo el comentario de Amelche. Aunque no sé si es que son unos perros o la neurona la tienen en huelga (o ambas cosas).
Estos niños ya no valen para nada, ni calentar el asiento saben, oye. Ja, ja, ja.
En mi instituto lo que pasa es que no hay pág. web para que los padres puedan mirar las faltas, en el del año pasado sí y muchos padres las miraban a diario en internet. Yo también prefiero hablar primero con el tutor 1) por si sabe algo que yo debería saber 2) para que no piense que me meto en su terreno, aunque normalmente, te agradecen que no tengan ellos que llamar a los padres otra vez, pero más vale avisar. También para que, si los padres hablan luego con el tutor, que el tutor sepa de qué va la película y por qué llamaste a los padres.
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