martes, 19 de febrero de 2008

Por la educación

Continuando con la saga de profesores que hemos ido al curro abnegadamente, tenemos a la vicedirectora. Fue operada recientemente de un orzuelo y ayer no vino. Hoy ha aparecido por el insti con el ojo hinchado, con los puntos recién puestos y las lágrimas corriendo por la mejilla. He hablado con ella y al preguntarle por qué ha venido me dice que tenía muchas clases y que le sabía mal que los alumnos perdieran clase. Y también, porque da algo de vergüenza adimitir que te importa tu trabajo, que se atrapaba en casa.

Dejando de lado si ha sido una temeridad, un rato después se ha mareado y otra profesora que tenía un hueco la ha llevado a su casa.

Y no puedo evitar pensar en el contraste de estas situaciones con otras como el reventón de la puerta o ésta que he leído en el periódico: Orden de alejamiento para un alumno amenazante. Cuando a mí me importa más la educación de un niño que a sus padres algo va mal.

3 comentarios:

amelche dijo...

¡Pues sí que somos sufridos...! Bueno, yo me pedí el alta una semana antes el curso pasado tras mi operación porque quería corregir los exámenes finales y poner yo las notas (cuando podría haberme quedado una semana más estudiando para las oposiciones). Y he dado más de una vez clase afónica. He puesto listenings o vídeos y he ido tirando.

El otro día hablaba con una compañera y le decía que a los padres de un alumno de mi tutoría debería importarles qué tengo que contarles de su hijo (en vez de decirme que, si viene el otro progenitor, no van ellos, porque están separados y no quieren ver al otro), que para eso son los padres y no yo, que veo a su hijo 3 horas por semana, más otra de tutoría. Y mi compañera me dijo que igual lo veo más que el progenitor que no vive con él. Lo cual, es posible que sea cierto. ¡Qué triste!

Garin P. dijo...

Ah, pues eso me lo han dicho ayer mismo. En una clase de 4º, al entrar y pasar lista y sacar los trastos de la mochila un alumno protesta porque toca mates otra vez (4h semanales) y me dice: "Garin, no te ofendas por lo que te voy a decir, pero te veo más que a mi madre." Todos se ríen, pero él dice. "No os riáis, que es verdad." Y me lo creo, y sus padres no están separados.

El tutor del bach, tenía una cita con la madre de una de las alumnas que no "pega ni brot", como se dice por aquí, pero la alumna le dijo que había que anularla porque a su madre le iban a dar ese día el coche nuevo del concesionario. :S
Cuestión de prioridades.

Anónimo dijo...

A mi me vino una madre diciendo que su hija estudiaba mucho y que por qué suspendía. Me daba apuro decirle que su hija era más tonta que una esportilla, que no sé para que se ha inventado tal instrumento si cuando has puesto 2 ladrillos ya está vacío.
En fin, nadie quiere aceptar que sus hijos son tontos y que ellos (papis) tienen mucho que ver en ello.
Un saludo, Garin. A seguir bien