jueves, 14 de septiembre de 2006

La mente del interino

Acabo de llegar de Murcia.

Nos habían convocado en el salón de actos del Archivo General de la Región de Murcia, un edificio muy moderno con parquet y puertas de hierro y muy iluminado todo. Miro mi nombre en la lista de personas y miro la de vacantes que me da una mujer. No creo que me llegue. Sin embargo, cuando las mejores plazas han sido rápidamente cazadas veo que hay posiblidad real de que me toque decidir cuál coger.

No es una decisión fácil. Si resulta que, al tocarme el turno, queda una sustitución debo cogerla o seré expulsado de la lista. Si es una vacante a jornada parcial, puedo rechazarla sin problema, no seré expulsado. Si hay alguna vacante a jornada completa, de nuevo es obligatorio si uno no quiere dejar de formar parte de dicha lista. Por si fuera poco, estoy también en la bolsa de la CV. Como allí son más vagos que las piedras no han habilitado la consulta del número de lista hasta esta tarde. Tengo delante a 82 personas.

Resulta que cuando me llega la hora de elegir sólo hay vacantes de jornada parcial. Y tengo serias dudas sobre qué hacer. Todas están donde Napoleón perdió el gorro pero son puestos para todo el año. Pero pagan poco. Pero tengo tiempo para estudiar opos. ¿Y mi tesina?

Hay que replantear objetivos y el mío ahora es aprobar unas opos. En Murcia no se convocan este año. Luego he de aprobar las de la CV. Para eso me he apuntado a la academia, yo, que soy tan anti-academia. En consecuencia, no he cogido ninguna vacante. Pero esto no soluciona nada; en la próxima convocatoria podría estar obligado a coger una sustitción. ¿He decidido bien? No tengo ni idea.

1 comentario:

Garin P. dijo...

Quizás sí.

¡Vaya! ¡Qué sorpresa! ¿Qué tal por allí? Espero que no haga mucho frío. Tschüss!