miércoles, 16 de enero de 2008

Una subasta diferente

Hace unos meses, estando con los colegas, les comenté un juego muy malvado que leí en el libro de William Poundstone que ya comenté: El dilema del prisionero. El juego consiste en una subasta. Se subasta una cierta cantidad de dinero, por ejemplo un billete de 10€. Todos los participantes están obligados a pujar al menos una vez y funciona como una subasta normal con la única salvedad de que la penúltima persona que ha pujado debe pagar al subastador la cantidad que ha ofrecido pero no se lleva nada mientras que el último que puja se lleva el billete por la cantidad que haya ofrecido al igual que en las subastas normales. Por lo tanto, el objetivo es no ser penúltimo para evitar la situación perdedora o pésima.

Les subasté un euro. Aunque al principio había reticencias y todos se miraban, poco a poco entraron en el juego y luchaban figuradamente para no ser el penúltimo. Uno podía obtener un euro por 5 céntimos por ejemplo. La cosa degeneró hasta que uno pagó 0,50€ por el euro y otro 0,45€ por nada. Se creó una cierta tensión extraña y un silencio incómodo.

¿Cómo jugarías tú?

6 comentarios:

Tío Rubo dijo...

Pues es un juego interesante, tengo que probarlo. A todo esto, me acabo de fijar en que tienes la etiqueta "Idas de olla". Yo también, y desde hace bastante tiempo :)

Juliiiii dijo...

Yo perdería fijo, jajaja, con lo mal que se me da. Todavía estoy aprendiendo (un poco tarde, lo sé) alguna mecánica que no sea suicida para las aperturas del ajedrez, que la jodía máquina me machaca y me quedo siempre con cara de tonto cuando me tiene acorralado...

Anónimo dijo...

Hola. Sigo tu blog. He creado uno, casi exclusivamente de idas de olla. Cabe de todo en el blog.

www.sialos.blogspot.com

amelche dijo...

¡Ufff! Yo estoy con Julián, creo que perdería, que soy de letras. :-)

Garin P. dijo...

Si creeis que perderíais estais en lo cierto. Es un juego en que no hay estrategia óptima y es cada vez más suicida. Si alguna vez lo probáis comprobareis el mal rollito que surge y el mal sabor de boca que se le queda al penúltimo en pujar.

Está bastante bien, cuando lo hice con mis amigos, luego tuvimos una discusión acerca de si vale más la pena ganar o impedir que gane otro.

Garin P. dijo...

Gracias por comentar Toquo, le echaremos un vistazo. : )