Los horarios cambian

El martes fue un día tan largo que se me olvidó quitar el modo silencio del móvil y el miércoles me dormí. Llegué una hora tarde a clase. Después ya todo fue bien. Acabó la evaluación-cero y no tengo que quedarme más a comer.

Hoy, con una niebla extra-densa he llegado al instituto con el tiempo justo. Menos mal que tenía guardia. Faltaba la profesora de inglés y la de dibujo que llevan ya un mes sin aparecer y me tuve que llevar a un primero muy numeroso a algún lado porque no podemos meterlos en las aulas específicas. Al llevarlos a la sala de usos múltiples resulta que ya estaba ocupada pero los niños ni se enteran y empiezan a sentarse indiscriminadamente. Al final los hemos metido en la biblioteca.

Después he hablado con la nueva profesora que se lleva mi mitad del bachillerato. Le queda un horario regular, de 12 horas, pero tiene que ir 4 días (el bach es 4 horas a la semana). Sin embargo, como también se desdobla la Economía y creo que también la Informática, los horarios de mucha gente han quedado modificados. Eso por no hablar de los horarios de los alumnos que ya ni se parecen a los de antes. Yo me mantengo, afortunadamente.