domingo, 29 de abril de 2007

Multiplicación rusa

Ya hacía un tiempo que no ponía chorradas matemáticas en el blog. Hoy toca una forma distinta de multiplicar números: la llamada multiplicación rusa o también multiplicación paisana. Para llevarla a cabo no nos hace falta saber las tablas que nos obligaron a aprender de pequeños; es suficiente saber multiplicar por dos, dividir por dos, diferenciar entre pares e impares y sumar.

Lo llevo a cabo en un ejemplo: digamos que tenemos que multiplicar 57 por 112. Ponemos los dos números separados por una línea vertical; en el lado izquierdo vamos dividiendo por 2 (si no da exacto tomamos el cociente y prescindimos del resto) y en el derecho, multiplicamos por 2. Así:

Ahora recuadramos los pares de números tales que su número de la columna izquierda sea impar. Nuestro ejemplo queda así:

Por último sumamos los números de la columna de la derecha que hemos marcado. Esa suma (112 + 896 + 1792 + 3584) es el resultado de multiplicar 57 por 112.

4 comentarios:

amelche dijo...

¿Y no es más complicado así?

amelche dijo...

Mira la pág. de conselleria, han salido las oposiciones.

Little Snail dijo...

hombre, simplifica el echo que solamente hay que saber sumar y la tabla del 2. Te ahorras 8 tablas de multiplicar de las de toda la vidadeDios. Pero vamos, asi como para hacerlo de cabeza se hace pelin complicada la cosa no??

El truquillo resulta muy curioso eh, a mi estas cosas me gustan y me pregunto (entre otras cosas) quién y cómo se descubrió este atajo matemático.

Nunca te acostarás sin saber una cosa más ...hoy, la multiplicación Rusa.

Garin P. dijo...

Amelche: parece laborioso porque te sabes las tablas y estás acostumbrada a multiplicar del modo habitual xD xD. Gracias por avisar :). He estado fuera este puente y no pude conectarme hasta hoy. Estaban al caer; oí que como fecha límite estaba el 4 de mayo. Mañana en el insti me apunto por internet y lo imprimo allí.

Bichillo: la verdad es que es curioso; en otro post contaré por qué funciona. Es una de esas cosas que se pueden contar en una cena con los amigos (por eso de rallar en el mantel de papel) y que gusta. Siempre hay alguien que cree que tiene truco y se pone sus propios números y lo hace él (o ella) y se queda sorprendido al ver que sí que funciona.

Besos.