LATEX
El calor es insoportable y sólo de pensar ya se pone uno a sudar. Respirar es un esfuerzo porque hay más agua en el aire que en la propia agua. Creo que a este paso pronto me saldrán branquias. Poco a poco voy desplazando mi horario: me acuesto más tarde y me levanto también más tarde. Se debe al calor. Bueno, a eso y al Monkey Island 4, que me tiene enganchado. También influye que hago maratones de lecturas.
Ahora que tengo más tiempo he vuelto a correr. Pero debo estar muy cascado; me duele la articulación de la rodilla y no puedo recorrer más de 2 km. Además la rodilla me cruje cual galleta Fontaneda. Mal asunto. Al final tendré que ir al médico.
Tras una entrevista con mi tutor (y un considerable esfuerzo mío para volver a estar al día) la tesina avanza lentamente hacia algún sitio. La otra tarde me la pasé toda delante del ordenador escribiendo en LATEX, los ojos llorosos y la cabeza embotada. Si se tratara sólo de copiar tampoco sería tan malo, sólo sería un coñazo. Pero es que algunos de los razonamientos “triviales” hay que depurarlos y hacerlos totalmente trasparentes. Empiezo a pensar que «trivial» es una expresión que se usa cuando algo parece sensato pero no se sabe muy bien por qué. Bueno, empiezo a divagar.
Por si fuera poco he ido otra vez al dentista. Parece que tengo más caries que dientes. Ya ni me molesto en poner un post a propósito para ello. El lunes tengo otra visita más. ¡Y las que quedan!, seguro. Un dentista es como un mecánico, entras más o menos normal y sales con millones de defectos, y con un presupuesto bajo el brazo que dejaría frío al tío Gilito.
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