El horario

Llego a las 10 al instituto y sólo hay unas cinco personas. El claustro es a y media. El secretario me ve y me da sus llaves. Tras un rato la gente empieza a llegar y nos vamos al aula de usos múltiples. Allí, frente a lo que parece un escenario con imágenes playeras la directiva nos suelta una chapa que dura horas.

Son todas las normas del centro, el uso del tamagotchi (todavía no sé qué número usaré), &c.

Luego nos hacemos una foto por departamentos y ya nos subimos al departamento a ver los horarios. Parece que he tenido un golpe extraordinario de suerte y salgo el jueves y viernes a las 12. Claro, para que eso pueda ser el lunes y el martes están cargaditos. Y recordemos que tengo dos primeros y un taller (esa nueva optativa que todavía no se sabe bien qué es).

Por otro lado lo de la escuela de idioma parece arreglarse. He encontrado grupo pero ahora debo ir un día de esta semana y luego hacer el cambio de expediente.

Ah, se me olvidaba. Llamé a una compañera interina que trabajó conmigo en el IES Mini Wini y que tenía vacante para ver qué tal le había ido en la adjudicación. Este año le toca a 40 minutos de su casa. Menos mal que sus hijos ya son mayores para ir a cole solos. Pues resulta que como estuve tanto tiempo en el insti, la gente se pensaba que yo tenía vacante y me pusieron a caer de un burro por no haber ido a septiembre. Yo, si me lo pagan, voy encantado porque veo a la gente y porque sería parte del curro, pero como me despacharon el 30 de junio, pues por amor al arte, nada.