viernes, 19 de junio de 2009

Consecuencias de la superguardia

La superguardia ha sido una mezcla de caos y anarquía. El miércoles vinieron los alumnos del primer ciclo y aunque se había habilitado (incluso) una hoja de firmas, los chavales se escaparon y fueron al patio, corrieron por los pasillos e hicieron las mil y una maldades. Cuando dejé de tener evaluaciones me fui a mi clase, la de Cachocarne y el Gemelo malo. Jugamos un poco a un juego de estrategia (en concreto éste). Todo parecía ir bien pero el amigo tonto de Cachocarne la tuvo que liar escupiendo por la ventana sin pudor alguno. Le eché una bronca tremenda y lo castigué hasta las dos en el aula de convivencia haciendo deberes.

Los demás días han ido muy pocos alumnos y ya no había problema. Se aburrían y se iban. Pero ha habido mucho descontrol. Para cambiar el talante, destacaré una frase de un compañero de dibujo (o EPV, Educació Plástica y Visual). Nos estaba enseñando unos dibujos horrorosos de un 4º de ESO en los que los alumnos no habían invertido casi nada de tiempo. Uno de los alumnos pasó por la ventana y el compañero lo llamó para enseñárselo:
—Toma, límpiate alguna parte de tu cuerpo con esto.
No pude aguantar más y me caí de la risa.

No hay comentarios: